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La innovación abierta: cómo colaborar con clientes y partners para mejorar el desarrollo de productos
En el entorno competitivo actual, las empresas enfrentan el desafío constante de innovar para mantenerse relevantes en el mercado. La innovación abierta ha emergido como una estrategia crucial, al permitir que las empresas colaboren con actores externos como clientes, proveedores, universidades y otros socios estratégicos para generar nuevas ideas y soluciones. Este enfoque se aleja de la innovación cerrada, donde el conocimiento y los recursos se limitan a la organización, y abre las puertas a una mayor creatividad, agilidad y reducción de riesgos. A través de la innovación abierta, las empresas no solo mejoran sus productos, sino que también fortalecen su relación con los consumidores y partners, asegurando una adaptación más efectiva a las necesidades del mercado.
¿Qué es la innovación abierta?
La innovación abierta es un concepto propuesto por Chesbrough (2003), quien lo definió como el uso de flujos de conocimiento internos y externos para acelerar la innovación dentro de una organización. Este enfoque desafía la tradicional idea de que las ideas innovadoras deben generarse de forma interna dentro de la empresa. En lugar de restringirse a sus propios recursos, las empresas que adoptan la innovación abierta buscan colaborar con actores externos para co-crear soluciones innovadoras, compartir riesgos y ampliar los mercados para sus productos. Según Chesbrough (2003), la innovación abierta no solo se refiere al acceso a nuevos conocimientos, sino también a la capacidad de las empresas para comercializar tecnologías desarrolladas internamente que no son útiles para ellas.
Beneficios de la innovación abierta en el desarrollo de productos
- Aceleración del proceso de innovación
Una de las ventajas más destacadas de la innovación abierta es la aceleración en el proceso de desarrollo de productos. Según un estudio de Harvard Business Review (2020), las empresas que adoptan la innovación abierta pueden reducir significativamente los tiempos de desarrollo de nuevos productos al incorporar rápidamente ideas y soluciones de fuentes externas. La colaboración con universidades, startups y otros actores permite a las empresas acceder a tecnologías emergentes y conocimientos especializados que de otro modo podrían haber tardado años en desarrollarse internamente.
Un caso destacado es Procter & Gamble (P&G), que utiliza su plataforma Connect + Develop para colaborar con innovadores externos. A través de esta red, P&G ha lanzado productos exitosos como la línea de detergentes Tide Pods, desarrollados con la ayuda de socios externos (Chesbrough, 2006).
- Acceso a nuevas ideas y perspectivas
Otro beneficio clave de la innovación abierta es la capacidad de acceder a una diversidad de ideas y perspectivas que enriquecen el proceso de desarrollo de productos. Colaborar con clientes y socios estratégicos permite a las empresas identificar necesidades y deseos no atendidos que no podrían haber sido detectados de otra manera. Como destaca West (2014), el proceso de innovación abierta permite aprovechar el conocimiento distribuido, lo que facilita la creación de productos más innovadores y alineados con las expectativas del mercado.
Un ejemplo claro de cómo esto se implementa es Lego, que ha utilizado plataformas en línea para que los usuarios generen y compartan ideas de productos. Esta estrategia de co-creación no solo ha mejorado sus productos, sino que también ha fortalecido la relación de Lego con su comunidad de consumidores (West, 2014).
- Reducción de costos y riesgos
El desarrollo de nuevos productos conlleva altos costos y riesgos, lo que puede limitar la capacidad de las empresas para innovar. La innovación abierta permite compartir estos riesgos con socios externos, lo que resulta en una distribución más eficiente de los recursos. Según un estudio de Laursen y Salter (2006), las empresas que colaboran con fuentes externas de conocimiento pueden reducir los costos asociados con la investigación y el desarrollo, lo que las hace más competitivas en el mercado.
Unilever, por ejemplo, ha formado alianzas estratégicas con diversas startups para desarrollar productos más sostenibles, lo que ha permitido reducir la inversión inicial y el riesgo asociado con la investigación (Laursen & Salter, 2006). Esta colaboración externa les ha permitido innovar de manera más rápida y eficiente, especialmente en áreas como la reducción del impacto ambiental.
- Mejora de la relación con clientes y stakeholders
La innovación abierta no solo beneficia a la empresa desde el punto de vista de la creación de productos, sino que también mejora la relación con sus clientes y stakeholders. Involucrar a los clientes en el proceso de desarrollo de productos fortalece su lealtad y aumenta el valor percibido del producto. Como señala Kolk et al. (2017), al permitir que los clientes participen en la creación del producto, las empresas pueden desarrollar soluciones que satisfacen mejor las necesidades de los consumidores, lo que a su vez aumenta la satisfacción del cliente.
Nike, por ejemplo, ha creado la plataforma NikeID, que permite a los consumidores personalizar sus productos, creando un vínculo más estrecho entre la marca y el cliente (Kolk et al., 2017). Este tipo de interacción no solo mejora la oferta del producto, sino que también genera una comunidad leal de usuarios que se sienten parte del proceso de diseño.
Implementación de la innovación abierta en el desarrollo de productos
- Establecer Canales para la Colaboración Externa
El primer paso para adoptar la innovación abierta es crear canales claros de colaboración. Esto incluye plataformas en línea, hackatones o asociaciones con universidades y centros de investigación. Como sugiere Chesbrough (2003), es crucial que las empresas diseñen mecanismos para atraer ideas externas y facilitar el intercambio de conocimientos.
Un ejemplo de esto es el caso de Samsung y su colaboración con la Universidad Nacional de Singapur, donde han trabajado juntos en investigaciones de nuevas tecnologías aplicables a la producción de pantallas y dispositivos móviles (Chesbrough, 2003).
- Crear un entorno de co-creación
La co-creación es fundamental para el éxito de la innovación abierta. Las empresas deben involucrar a sus clientes y otros actores desde las primeras fases del desarrollo del producto. Este enfoque permite ajustar el diseño según las necesidades del mercado y garantizar que los productos sean bien recibidos una vez lanzados. Como sugieren West y Bogers (2014), la co-creación puede mejorar significativamente la adopción de productos y servicios al alinear la oferta con las expectativas de los consumidores.
- Fomentar una cultura de colaboración interna y externa
La innovación abierta también requiere que las empresas fomenten una cultura interna que valore la colaboración tanto con sus equipos como con actores externos. Las organizaciones deben estar dispuestas a compartir información y aceptar ideas ajenas, lo que implica un cambio de mentalidad dentro de la empresa. Según Bianchi et al. (2018), el liderazgo y la cultura organizacional son factores cruciales para que la innovación abierta tenga éxito.
La innovación abierta ha transformado la manera en que las empresas desarrollan productos, permitiéndoles acceder a nuevas ideas, reducir riesgos y mejorar la relación con los clientes. Al integrar la colaboración externa en su proceso de innovación, las empresas no solo optimizan sus recursos, sino que también se alinean más estrechamente con las expectativas del mercado. Si bien este enfoque puede requerir un cambio en la cultura organizacional y en los procesos internos, los beneficios que aporta, como la aceleración de la innovación y la creación de productos más ajustados a las necesidades del consumidor, lo hacen una estrategia indispensable para las empresas que buscan mantenerse competitivas en el futuro.
Referencias
Bianchi, M., Giorgino, M., & Gaiardelli, P. (2018). Organizational culture and open innovation: The role of leaders. Journal of Open Innovation: Technology, Market, and Complexity, 4(1), 12. https://doi.org/10.3390/joitmc4010012
Chesbrough, H. (2003). Open innovation: The new imperative for creating and profiting from technology. Harvard Business Press.
Harvard Business Review. (2020). Open innovation: How collaborating with partners outside your company can lead to better products. Recuperado de https://hbr.org
Kolk, A., van Tulder, R., & Costea, B. (2017). Corporate social responsibility and open innovation: A sustainable approach. Journal of Business Ethics, 142(1), 111-126. https://doi.org/10.1007/s10551-016-3079-5
Laursen, K., & Salter, A. (2006). Open for innovation: The role of openness in explaining innovation performance among UK manufacturing firms. Strategic Management Journal, 27(2), 131-150. https://doi.org/10.1002/smj.510
West, J. (2014). Open innovation: The role of co-creation. Springer.
West, J., & Bogers, M. (2014). Leveraging external sources of innovation: A review of open innovation research. Journal of Product Innovation Management, 31(4), 3-15. https://doi.org/10.1111/jpim.12113
